Busco dos suelas nuevas para mis viejos zapatos,
y un loco corazón para aliviar este mal rato.
Harto de estar tan sólo, rodeao’ de mucha gente,
te espero derrotado en el bar de siempre.
Después de los conciertos ya no me sale la risa,
será una mala racha o este invierno que no avisa.
Ya sé que muchas veces sólo te uso de pañuelo.
Ya sé que no merezco vigilar tus sueños.
Tú eres mi Cenicienta, que nunca tiene prisa,
una bala perdida hecha a mi medida.
Cuando me siento herido, me subes a un tejado,
y allí, la vida es menos puta si estás a mi lado.
Teniendo mil razones para no estar a mi vera,
te quedas por aquí compartiendo primaveras.
Tú eres coca-cola, yo soy el whisky barato;
mi mezcla preferida pa’ ahuyentar el llanto.
Salimos a la calle cuando más llueve,
gritamos entre coches cuando todos duermen.
Ya sé que muchas veces sólo te uso de pañuelo.
Ya sé que no merezco vigilar tus sueños.
Tú eres mi Cenicienta, que nunca tiene prisa,
una bala perdida hecha a mi medida.
Cuando me siento herido, me subes a un tejado,
y allí, la vida es menos puta si estás a mi lado.
Sí se me tuerce mis mañanitas,
tú me escupes una sonrisa.
Sí te abandono de madrugada,
no me devuelves la patada.
Sí me declaro en guerra dices que no entiendes de banderas.
Tú eres mi Cenicienta, que nunca tiene prisa,
una bala perdida hecha a mi medida.
Cuando me siento herido, me subes a un tejado,
y allí, la vida es menos puta si estás a mi lado.
(BIS)
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