Creo que me he encariñado con mis gusanos de pesca.
Liados todos con todos, acaso siempre a la gresca.
En sus bocas hay garfios. Puedes cortar un trozo
con un esfínter o varios; puede que eso les dé gozo.
¿Por qué me gusta pescar? Será que aprendí de niño,
como lo fundamental: todo acerca del cariño.
Son los gusanos de pesca como larvas de dragones.
No son gusanos de seda, no hay mariposas ni flores.
Se ensartan en el anzuelo, van a las profundidades
con mis mejores deseos: el hambre y otras realidades.
¿Por qué me gusta pescar? Será que aprendí de niño,
como lo fundamental: todo acerca del cariño.
Y mira tú que al principio me daban un asco de muerte.
Contigo me pasó lo mismo (al revés concretamente).
En cuanto te vi te quise. No me bastaba con verte.
Derecho a roce me diste. Fue el nuestro un roce permanente
¿Por qué me gusta pescar? Será que aprendí de niño,
como lo fundamental: todo acerca del cariño.
¡Óyeme, mi negra!
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